Este capítulo inicia el fin definitivo de la serie (a no ser que la nueva CW la reabra con un remake dentro de unos años), y perfila el juego de parejas, y deja curiosamente muy en el aire las parejas adultas (todo parece que acabará con Lily y Rufus juntos, por muy lejos que estén, son igualitos que sus hijos, que hace nada se mandaban a la mierda y ahora están otra vez... bueno, eso toca luego).
Mirad, queridos, yo acabaré esta serie, pero tendré trabajo, no como los aquí presentes (o la no presente que es rubia...)
Hoy, en pornochachas teenagers, it´s trending unos shorts con una camisa de cuadros del susodicho cliente.
La madre de Blair viene para destronar a su hija de la empresa familiar de moda, y sospechosamente reaparece Nelly (la que tiene muchísimos números de ser Gossip Girl pero que a mí se me escapó cuando lo sospecharon otros tertulianos de twitter). Se presenta una batalla gratuíta entre ambas y Blair queda como la bruja mala (que no cuela a estas alturas, la bruja es Nelly), pero por poco menos de la tercera parte del capítulo (hay que acelerar con tramas así para centrarse en la trama del cuadro, que tiene telita pese a ser reciclada de Melrose Place -2009 y de la misma CW-).
Y llegó el momento en el que Kimberly Shaw me contrató como #fulana cuando le detectaron un rollo muy chungo.
Así que aquí estamos, cinco años después.
Pero este capítulo, mientras nos contaban los viejos y buenos recuerdos que Dan y Serena dieron al show (para mí, es así, esos dos juntos en la primera temporada eran adorables), resumiendo casi su trayectoria por la serie (incluído un enfado con Nate como testigo y buitre ocasional), en la galería se peleaban Lily contra el padre de Dan e Ivy, y Chuck de frustrante intento de conseguir el premio del cuadro (el cuadro en sí estaba claro que no lo era, que nos hemos visto Revenge y Melrose Place -2009-).
¡Eh!, nos copiamos de Marcos y Sandra de Satafi.
¿Te gusta mi #electropeinado?
Mira, tú sospecha sobre si soy la Reina Cotilla.
Pero nuestra querida Ivy ha hecho un #ÓrdagoDeFulana y ha conseguido que Chuck le pague el doble por lo que Rufus lo compró y quedarse con el verdadero premio: conseguir unos negativos que deben comprometer al padre y muy señor malo Bart Bass. Ha sido muy lista y me ha recordado las viejas tretas melrosianas.
Mirad qué pose chula me saco.
Buah, ahora nos toca esta escena. 50.000 personas acabaron de quitar la CW.
Menuda mierda de cuadro, chati.
Y la escena final corresopnde al ñaca-ñaca que van a compartir Dan y Serena (salvo que le entre el chungo al pobre de Dan, que a lo tonto se ha liado con casi todas (pero siempre Serena estaba en la burbuja, como diría Silver en los inicios de 90210).
Pero al final adoro a estos dos juntos. Si es que...
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