viernes, 1 de febrero de 2013

The L.A Complex: Una especie de culebroncillo que parece de cable, mezclado con ese estilo británico.

Esta serie canadiense, de la que oí hablar entre los fans de Melrose Place en una página de facebook que pide su vuelta en forma de "daily soap opera", empezó con una primera temporada de seis episodios introductorios donde nos presentaban un bloque de apartamentos con piscina (muy Melrose Place, en moderno y más urbanización de ciudad modesta que un mini edificio, ya que hay bastantes apartamentos), ambientados con un grupo indie que parece un grupo fantasma. Teníamos diversos protagonistas:

-La rubia de buscaba triunfar como bailarina.
-El actor triunfador de una seriucha que se conforma con salir en la misma.
-La actriz veterana que tiene que soportar bromas pop como la que le lanzan en el piloto de The Vampire Diaries y la CW.
-El geek cómico que no termina de hacer gracia.
-Un tímido muchacho de color que le gustan las #homosexualidades.
-La aspirante a actriz que va de puritana, pero menuda loba que lleva en su interior.

Como decía, seis capítulos para posicionar la serie, donde hay tramas interesantes y atrevidas (la de la bailarina, la del geek cómico, y relacionar a dos de los protas en una tensión sexual no resuelta).

En cuanto a la segunda temporada (hasta el 2x06), la serie marcha mejor y, te caiga mejor o peor, la inclusión de la grunge y su hermano da vidilla puntual (he visto más capítulos y la tipa cansa), pero que con las decisiones que toma, tiene un #SillazoEnLaCara...

Una trama potente es la de la dura crítica que le meten a los realities, otra la de por el interés te quiero Andrés, y otra que se destapa haciendo #homenajes. Ah, y el psiquiatra más famoso de finales de los 80 e inicios de los 90, de Los problemas crecen, hae unas apariciones especiales.


                                                       Empujaron a Abby Vargas a la piscina, pero no le pasó nada.

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