Ángel o Demonio es de esas ficciones con el gran sello Cuatro impregnado en él, donde hay pocas españoladas y las tramas estaban bien construídas. Sufrió un bache en el tramo final de la primera temporada y se recuperó tras el mal inicio de la segunda temporada, y aunque tenemos un final muy atropellado por la cancelación prematura de la serie al haber sufrido un bajonazo en audiencias, se salvaron los muebles de una forma muy decente y terminó la historia con la cabeza alta.
Y es que, tras el primer capítulo, veíamos un poco rollo Embrujadas en la serie, con una aprendiz de barrio de la ciudad algo mal hablada con una vida no exactamente ejemplar, que descubre que es una persona con un don tras un suceso inicial donde estaba coaccionada por el mal que la tentaba a estar en su bando. A medida que avanzaban los capítulos, Valeria iba adquiriendo control en su don, y las dificultades eran mayores, y las experiencias vividas en cada capítulo la iban dando tablas en este mundo sobrenatural. Mientras, tuvo handicaps como enamorarse del chico equivocado, la ruptura de su familia, el poder de sus enemigos, el pasado que vuelve a atormentar a su valedor, y que tiene que ver con sus enemigos.
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