sábado, 26 de noviembre de 2016

Lo que no te conté en twitter (que no confundir con "lo que no te conté mientras...": La gran tercera temporada de Sin tetas no hay paraíso.

Sin tetas no hay paraíso fue un pelotazo allá cuando se estrenó, una adaptación de una serie colombiana (yo y muchos pensábamos que era una adaptación de un serial diario, pero no). La serie aportaba mucho descaro desde el minuto uno y también fue una serie muy cuidada en la adaptación, con personajes muy de aquí e incluso metiendo tramas policiales inexistentes en la serie original.
Los parabienes acaban a los pocos capítulos, cuando las protas de la serie dejan de ir a las clases y tienen vidas de ensueño con pasmosa facilidad (facilidad gracias a El Duque, por aquel entonces bastión principal de la serie junto al sempiterno triángulo amoroso chica-chico-chica y las chicas con diferente tonalidad de cabello (rubia vs pelirroja en vez del rubia vs morena). Las tramas dejaron de tener un gran peso de verosimilitud (curiosamente lo más real e interesante de la serie a nivel de tramas era por parte de todo aquello referido a inspectores, policías...), donde las chicas estaban en millones de líos. La verdad, no me acuerdo de ellas de casi nada, destacando la adicción de la Vane y Baby Cris como actriz porno. Paula al menos era un personaje muy verídico. Eso fue lo que me dejó de interesar y no poner Telecinco para verla en directo.
Terminé de ver la primera temporada por otros canales habituales mientras finiquitaba esquemas, problemas y los dichosos trabajos de esas prácticas tocapelotas. Y la segunda temporada igual, salvo que ya esas labores ya eran mucho menores, salvo que desconecté de la serie mediada esa segunda temporada. Y ahí quedó esperando a ser vista mientras pujaban fuertemente otras ficciones.
Inevitablemente, el desenlace de la temporada 2 fue fuertemente espoileado y más con la baja de Miguel Ángel Silvestre (Tele5 anunció que tendría dos finales previstos, el de final definitivo de serie (que hubiera sido un final complaciente y hasta pésimo), o el trágico donde se murió el Duque. La serie siguió guardada en la lista de series que tal vez pudiera acabar algún día.



La tercera temporada supuso un renacer creativo para la serie, donde se sacaron nuevas tramas y personajes, nuevos malos y nuevos buenos con actitudes de malos.



Obviando la vida triunfal de las chicas del grupito (Jessi regentó un local muy chic, y que como bonus tenía un servicio de prostitución, Cris es una afortunada actriz porno y casada con una promesa del fútbol que empieza a triunfar, más Vane, que no estuvo en una vida glamurosa, pero en cambio volvió a estudiar con buenos resultados; ya Cata, pues andaba en el trullo), el vilo que existía capítulo a capítulo era muy bueno (mejor por momentos que en los primeros capítulos), un gran papel de la siempre gran actriz Paquel Infante... con un final de serie bastante crudo que pese a ello me gustó porque acabó diferente.

jueves, 24 de noviembre de 2016

¿La generación perdida? Será el título del spin-off de Satafi, protagonizado por...

Desde mayo no he publicado nada (tengo abandonada una entrada sobre Wayward Pynes a falta de capturas de pantalla), y bueno, ahora que estaba volcando parte del piloto de este spin-off atrasado, os adelanto la primera escena. Disfrutadla, aunque noto que no hubo mucho entusiasmo con Satafi.

Escena Inicial:
Tamara pasea por el campus mientras va pensando lo siguiente:
"Está acabando el curso, para mí es un momento siempre de reinventarme, renacer, comenzar de cero, desconectar... pero tengo esa sensación que es imposible desconectar, tengo varias asignaturas para reucperar en septiembre.
Tamara sigue caminando, cuando se encuentra justo de frente una gran cantidad de ambulancias que atienden a alguien...